ISABEL EVERILDA AGUARE QUINILLO
22 años – Egresada de Becas
Isabel Everilda Aguare Quinillo, actualmente tiene 22 años de edad, vive en una comunidad de Santa Lucia La Reforma, Totonicapán, Guatemala donde las condiciones de vida no favorecen la educación, especialmente si se trata de la mujer.
Everilda inició en el Proyecto de becas en el año 2006 cuando cursaba el grado de cuarto primaria en una escuela del área rural, a ella se le brindó el apoyo de la beca hasta que finalizó el nivel diversificado, graduándose de Maestra de Educación Primaria Bilingüe, apoyo que permitió que finalizará su educación primaria, el ciclo básico y para que estudiara una carrera, lo que significa que ella tuvo acompañamiento del proyecto durante 9 años consecutivos.
Everilda, como todas la conocen en su comunidad, fue una niña que, con el apoyo de su madre, luchó contra las adversidades, las precariedades de su familia, la falta de apoyo de su padre y las costumbres locales que impedían que la mujer se formará académicamente. Durante su estancia en el proyecto aprendió varios temas que contribuyeron en su formación.
Actualmente es una jovencita con capacidades y habilidades que la han transformado en una mujer líder en su comunidad, con perseverancia y con el entusiasmo que siempre la caracterizo. Everilda es conocida como una mujer perseverante, en la comunidad conocían de su caso y de los problemas que tenían con su padre, porque aparte de no creer en la educación era alcohólico; a pesar de esas dificultades ha vencido sus miedos y se ha atrevido a soñar más allá de lo que imaginaba.
Sus aspiraciones son las de continuar con sus estudios en la universidad y graduarse de Enfermera Profesional o de Médico, otro de sus anhelos es seguir trabajando y a través de ello, darle a su familia y en especial a sus hermanos pequeños la oportunidad de poder continuar sus estudios y para que no les falte nada a ellos en la escuela.
Everilda ha sido un ejemplo de voluntad no solo en su familia, sino también en su comunidad porque cuando era niña su temor era salir de la comunidad, hablar en público, le dificultaba mucho socializarse, con la ayuda del proyecto hoy es una mujer diferente y que contribuye desde su hogar a que otros puedan desarrollarse y siempre tener una mentalidad positiva. Esté donde esté, siempre comparte su testimonio de vida y anima a otras niñas y jovencitas para que permanezcan en sus estudios, siempre les dice: “todo su esfuerzo de hoy, mañana será recompensado”.