
Kenia es un país donde las desigualdades, la corrupción y la pobreza están aún muy presentes. En Nairobi, el 66% de la población vive en los suburbios. El bajo nivel de educación de los jóvenes reduce sus posibilidades de encontrar un empleo decente. La mayoría de la población activa, no tiene competencias profesionales, vive en la precariedad ganándose la vida con un empleo inestable en el sector informal. O, como la mayoría de los países del continente de africano, Kenia está en plena revolución tecnológica. El sector de las TIC´s tiene un potencial enorme de empleabilidad en el país; por lo tanto, es necesario dar una oportunidad a los jóvenes keniatas a formarse profesionalmente en este dominio.